14-09-2020
Consejos
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Cuando conducimos y estamos con nuestro coche, tenemos algunas “mañas” o hábitos. Algunas serán muy buenas, pero otras, como en la vida misma, no lo son. Saber cuáles son los malos hábitos que dañan tu coche te dará la información necesaria para no cometerlos más. Veamos algunas de ellas para que puedas liberarte lo antes posible y cuidar al máximo tu coche.
Índice de contenidos
Tipos de malos hábitos que dañan tu coche
Estos son algunos de los malos hábitos más frecuentes que las personas tienen a la hora de conducir o de cuidar su coche:
Revolucionar el motor en frío
Está bien hacer que el motor se revolucione, pero cuando está en frío, hacerlo en exceso puede llegar a ser sin lugar a dudas un gran problema. Una opción podría ser el hecho de añadir un medidor de temperatura que se instale en la parte del circuito del aceite.
De todas formas, lo mejor que puedes hacer es que al inicio, conduzcas con bastante suavidad. Así, el motor va alcanzando la temperatura adecuada para que pueda fluir con el máximo de naturalidad en todo ello.
No respetar períodos de mantenimiento
Uno de los malos hábitos más frecuentes es no respetar los períodos de mantenimiento. Con esto nos referimos a que hay ciertas revisiones que deben de estar programadas. Una de ellas es por ejemplo el cambio de aceite y de filtros.
El fabricante del vehículo, en su manual, recomienda que las revisiones de cada uno de los elementos y cambio se haga cada cierto tiempo. No respetar estos períodos, lamentablemente, es más habitual de lo que crees.
Como consecuencia el coche no tiene el mantenimiento adecuado y puede llegar a sufrir una avería mayor. Por ese motivo es muy importante respectar dichas fechas y funciones de mantenimiento. Incluso, en cualquier momento en que oigas un sonido extraño, deberías de acudir a un especialista para que haga una revisión general.
No usar bien el embrague
Esto es algo muy frecuente en las personas que tienen poca experiencia en la conducción. Pero también son hábitos que quedan en aquellas que no rectifican su uso y que lo mantienen con el tiempo.
La rotura del pedal del embrague puede llegar a ser bastante costosa.
Realmente el embrague hay que pisarlo únicamente cuando se vaya a cambiar de marcha. Hay que evitar por todos los medios tenerlo presionado en cualquier otra circunstancia porque hará que se desgaste.
Un buen hábito que puedes implementar es el hecho de no tener el pie en el pedal del embrague, sino en el reposapiés. En el momento en que vayas a hacer uso del embrague, entonces pisa a fondo para que funcione correctamente. Y no te olvides que no hay que soltarlo demasiado rápido, pues de lo contrario puede haber algunas fricciones que son innecesarias.
No añadir combustible cuando se activa el aviso
Pueden ser muchas las circunstancias, pero de seguro que más de una vez has apurado el depósito hasta casi la última gota de combustible. Ten en cuenta que cuando haces esto, lo que sucede es que la bomba de combustible tiene que hacer un esfuerzo mayor para funcionar.
Por ese motivo es que hay un aviso en la gran mayoría de coche, que te permite estar atento a cuando hay poco combustible. No lo evites, y préstale atención porque será así como consigas que todo funcione a la perfección.
No usar adecuadamente la caja de cambios
Siguiendo con los malos hábitos que dañan tu coche, seguro que éste es uno que sabías o que has visto en otras personas. Conocer cómo se comporta tu vehículo, cuándo te está pidiendo que haya un cambio de marchas y cuándo no, hará que perdure por más tiempo.
Muchas personas engranan las marchas antes de tiempo. O en el punto contrario, lo hacen mucho después. Si has puesto una marcha superior a la necesaria, notarás que al vehículo le cuesta ganar en velocidad y que se desplaza dando algunos tirones.
No hay una regla concreta a seguir en lo que se refiere el cambio de marchas. Tienes que conocer tu propio vehículo y saber realmente cuándo te pide un cambio o no. Y recordar que antes de hacer un cambio, es mejor acelerar un poco.
No cuidar los neumáticos
Uno de los puntos que debe de estar dentro de tu lista a revisar cada vez que vas a añadir combustible, es la presión de los neumáticos. En la gran mayoría de gasolineras encontrarás un aparato especial para ello y para darle la presión adecuada.
Cuando la presión no está regulada, lo que sucede es que hay un desgaste muy irregular de los neumáticos. Por lo tanto, esto puede llegar a ser muy peligroso para ti que conduces, como para el resto de vehículos que están en carretera.
Revisarlo con una frecuencia de cada dos semanas o una vez al mes será más que suficiente.
Recomendamos leer: ¿Tengo que cambiar los neumáticos en cada estación?
Circular mucho tiempo en punto muerto
Hay personas que dicen que circular en punto muerto no afecta al vehículo. El hecho es que el motor sigue en funcionamiento, con lo cual, sigue habiendo un gasto real de combustible.
Al hacer esta práctica y utilizar los frenos, el coche tiene que hacer un esfuerzo mayor para detenerse. Con lo cual, los frenos son los que más trabajan en esa circunstancia. Como consecuencia, hay un desgaste muy notorio en los discos, en el líquido y hasta en las pastillas, lo que requerirá un mayor mantenimiento.
Llevar la mano en la palanca de cambios
¿Cuántas personas has visto que conducen con una sola mano porque la otra la tienen en la palanca de cambios? Quizás seas tú esa persona. Esto es algo muy habitual y uno de los malos hábitos que dañan tu coche. No es que dañen el coche de forma directa, sino que te ponen en peligro y por lo tanto, puede llegar a haber algún tipo de desajuste interno como vibraciones o similares.
Intenta evitarlo y verás cómo conduces mucho mejor.
Estos han sido algunos de los malos hábitos que dañan tu coche. Por supuesto que hay muchos más. Si te has visto reflejado en alguno de ellos, modifica tu accionar y verás cómo cuidas mucho más de tu vehículo.